La vestimenta que debe de usar un piloto de automovilismo para evitar quemaduras tiene que ser resistente al calor y al fuego, en caso de incendio. Estos trajes ignífugos fueron obligatorios en todas las competiciones de motor a partir de 1994, aunque en algunas competiciones ya eran obligatorios antes de esa fecha.
Los monos de competición están formados por una serie de dos a ocho capas de una fibra sintética denominada Nomex. Deben garantizar la protección contra temperaturas de hasta 700º C durante al menos doce segundos. El Nomex es sometido en laboratorio a pruebas térmicas de temperaturas que pueden llegar a 1400ºC.
El mono debe impedir que la temperatura interior supere los 41ºC durante once segundos con el piloto entre las llamas. Para las pruebas previas a su homologación, las fibras utilizadas en su confección deben antes haberse lavado y secado quince veces, para luego ser sometidas a temperaturas de entre 600 y 800 grados centígrados.
Posteriormente el mono es sometido a una llama viva de entre 300 y 400 ºC a una distancia de 3 centímetros. Tienen que superar los 10 segundos sin arder para recibir el visto bueno para ser homologado. Las cremalleras deben soportar las mismas temperaturas sin derretirse, así como los hilos para las costuras.
Pero es crucial que un elemento de semejantes propiedades ignífugas también debe ofrecer una gran comodidad tanto para un piloto como para un copiloto sentandos en un estrecho habitáculo. Por ello, los fabricantes se esfuerzan en ofrecer la máxima ligereza y flexibilidad.
Un mono de un piloto también ha de absorber la pérdida de varios litros de líquido del cuerpo que se pierden durante una carrera. El material ha de ser igualmente transpirable para que permita evacuar el calor corporal generado en la competición.
El equipamiento del piloto también consta de los botines ignífugos, guantes ignífugos y la ropa interior ignífuga (pantalón, camiseta,sotocasco y calcetines). Tienen que superar las pruebas de la FIA para acreditar su homologación, al igual que los monos.
Para elegir una buena equipación siempre hay que fijarse en el peso, el diseño y por supuesto la seguridad. La homologación vigente de referencia es la FIA 8856-2000 y actualmente no tienen fecha de caducidad, independientemente de la fecha de fabricación, siempre que fueran fabricados bajo el amparo de esta norma. Se elaboran con un cuidado y pasión artesanal, utilizando los materiales con las tecnologías más innovadoras, que garantizan la máxima ligereza y protección.
Nuestra experiencia nos permite ofrecer al mercado una gama de monos,guantes,botas y ropa interior de extraordinaria vestibilidad, de las marcas líderes en el sector como OMP, SPARCO y ALPINESTARS.